Jaula



Mi corazón permanece en una jaula,
está seguro, no tiene miedo.
Cuando escucha un ruido
se arrincona en el sitio más obscuro
y espera...
espera lo suficiente...
sigue esperando hasta que el silencio le permite salir.

No le gusta la compañía.
No le gusta que lo toquen.
Cuando alguien se acerca
se crispa,
deja de latir
y emite un grito agudísimo
que lo fragmenta.

No existo...

No respiro...

Mi pecho se oprime,
la angustia aprisiona mi garganta,
me tiemblan las manos,
me envuelvo en incertidumbre,
muero un poco.

Regresa la calma...

Mi corazón late despacio,
está bien en su jaula,
está seguro.


Nancy Cruz Fuentes

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