De pie
Aquí estoy, de pie como sólo yo sé estarlo, tengo las manos fuertes, el alma rota pero el corazón entero. Tengo la cabalidad que treinta y cuatro años me permiten y la madurez que un hijo me obliga a tener. No soy débil, soy la mujer más fuerte, tengo el ahínco como segunda piel. Tuve los ojos cerrados y el pensamiento frágil, tuve terror, el miedo me comió las palabras, la soledad se apropió de mi tiempo de mis ojos, de las noches, los días y las tardes. Pero no más, no eres dueño de mi vida no eres dueño de mi felicidad no eres dueño de nada que sea mío. ¡Nunca más! Rompo las palabras que me atan, rompo los hilos que me sujetan, destruyo la voz que desde dentro oprime mi garganta. ¡Ya no más! mis manos libres volarán tranquilas, mis palabras francas se escucharan plenas, la incertidumbre se transforma en una posibilidad seductora. Aquí estoy, de pie como sólo yo sé estarlo. Nancy Cruz Fuentes Esta obra est...