Fantasías
El teatro está lleno, te tengo a mi lado, estoy nervioso, mis piernas no dejan de moverse, tu mano descansa sobre el brazo del asiento, acerco con torpeza mis dedos a los tuyos, me miras sin entender mi intención, sonríes, me disculpo y casi al instante vuelvo a intentarlo, consigo acariciarte, no dices nada, me dejas seguir. El sudor de mi mano moja la tuya, quiero acercarme, desde el primer día que te vi quiero acercarme, tocarte, me recargo en tu hombro, hueles bien, llevo mi rostro hacia tu cuello, me invade el deseo de abrazarte y lo hago, no me rechazas, te divierte o eso parece, mejor para mi, debo intentarlo. No sé nada de ti, apenas te conozco; ¡pero qué importa!, no necesito conocerte para saber que me excita la idea de recorrer tus piernas, de lamerlas, de estrujar tus pechos y morderlos... Con un movimiento de cabeza freno mis pensamientos, no quiero incomodarte, ¿será posible que de algún modo sepas lo que pienso? No quiero que me alejes, nuestros dedos permanecen entrelazados, no puedo poner atención al espectáculo, no me interesa, de reojo miro tus senos, redondos y grandes, tus pezones se marcan en el vestido invitándome a besarlos, siento como mi pene se levanta deseoso de ti, la muerte de algún personaje en la obra llega y las luces se apagan, no pierdo la oportunidad y llevo tu mano hacia mi entrepierna, giras tu rostro para encontrar mi mirada, tus ojos sorprendidos me encantan, te beso y me tocas, te excita, lo sé, puedo ver como aprietas los muslos mientras te imaginas que te penetro, me gusta sentir tu mano, la respiración se me agita, cierro los ojos y echo la cabeza hacia atrás, sólo estamos tú y yo, desabotonas mi pantalón y lo sacas, lo frotas, tomo tu cabeza y la dirijo sin exigencias hacia él, por un momento siento tu renuencia, cedes, lo metes en tu boca y me deshago, todo mi cuerpo se contiene en una sensación larga y placentera, levanto tu vestido y meto mi mano entre tus piernas, se te escurre el deseo de sentirme, mis dedos entran y salen sin titubeo, me gusta tu rostro, toco tu clítoris, te beso el cuello, bajo uno de tus tirantes y descubro tus senos tan suaves como los imaginé, los tomo entre mis manos, paso mi lengua sin cuidado, quiero lamer cada parte de ellos, son míos, quiero lamer cada parte de ti, eres mía, en éste momento eres sólo mía, aprieto tus pezones, te quejas un poco, no me detengo, tus gemidos me gustan, me arrodillo frente a ti, paso mis labios por tus piernas, mi lengua dibuja tus muslos, me apresuro a quitarte la ropa interior, te beso despacio, aprieto tus nalgas, me lleno de tu aroma, me lleno de ti, te tengo en mi rostro, me incorporo y me siento, te pongo encima, se siente tan caliente cuando entro, me aprietas, el movimiento de tu cadera me desquicia, subes y bajas, cada vez más fuerte, siento como te vienes, un líquido tibio me baña, no lo contengo, estallo en un orgasmo interminable, te abrazo a mi pecho, no quiero que termine nunca, no quiero soltarte, contengo el aire hasta que en un gemido recobro la capacidad de respirar.
Abro lo ojos, la soledad de mi cuarto me recibe con una bofetada, limpio lo pegajoso de mi mano sobre las cobijas destendidas, observo la última foto que pude tomarte sin que te dieras cuenta, dudo que alguna vez me hayas visto, te miro todos los días cuando coincidimos en el metro, espero a que aparezcas en el andén entre las seis treinta y las siete, regresas del trabajo, lo sé, te he seguido. Una multitud nos separa, me gusta cuando sonríes, tus labios rojos brillan para mi. Ayer intenté hablarte ¿lo recuerdas? choqué a propósito contigo, mi brazo rozó tu pecho, nuestras miradas se cruzaron y me disculpé, “no importa” me dijiste, quise caminar a tu lado, pero apresuraste el paso, tal vez te di miedo, no quiero hacerte daño, no por ahora. Te he escuchado hablar, te conozco, tu voz infantil me susurra al oído por las noches, me acompaña. Nos he imaginado mil veces, en el cine, en el parque, en el teatro, en un bar y siempre termina igual todo, yo cogiéndote, esperando a que pidas que me detenga, no lo hago, sigo hasta que me sacio de ti. Sé que también me deseas, me coqueteas con esa indiferencia absurda. Lo he planeado... lo tengo todo planeado, mañana se harán realidad mis fantasías.
Nancy Cruz Fuentes
Esta obra está protegida por derechos de autor. Copyrigth © 2018 todos los derechos reservados
Esta obra está protegida por derechos de autor. Copyrigth © 2018 todos los derechos reservados
Exitante
ResponderEliminar